jueves, 5 de febrero de 2009

Cada vez que intento suscribirme a la revista para subir la foto, aparece error, por lo que no puedo entrar en el concurso.Parece que ellos mismos (los de la revista han detectado el problema pero no lo pueden solucionar).

miércoles, 4 de febrero de 2009

martes, 3 de febrero de 2009

memoria

Hilos del espacio
Como tarea a llevar a cabo de buscar una obra relacionada con el tema general elegido: El Tejido del Espacio, he escogido la primera opción, el concurso revista el duende yuglo recreaciones: visiones de lo cotidiano.No disponía de muchas alternativas, teniendo en cuenta el tema y el tiempo disponible.
Encontrar objetos o estructuras que conectaran con el concepto central del tejido espacial no es facil.No obstante, pensé como idea directriz, el cuestionamiento de la percepción, destacando la ambigüedad a partir de los objetos que vemos, donde la jerarquía de contenido y continente desaparece, dando tanta importancia al espacio entre objetos como a los objetos mismos.
Entre las distintas opciones escogí una estructura de lo que se podría catalogar como mobiliario urbano o ingeniería urbana.El medio tenia claro que tenía que ser una fotografía, por su inmediatez, encontrando en los cables de la distribución del peso de un puente de la ciudad unas posibilidades expresivas que me parecían aceptables, que , supongo forman parte del concepto arquitectónico-artístico del propio autor. En este caso el puente de Calatrava en Murcia.
La estética geométrica de las líneas del puente me parecen especialmente interesantes y trasmiten la dinámica central del tema, a mí me inspiran una tensión y armonía notables.
En la foto, pretendo que se observen "desconectadas" de la función que ejercen, y aparezcan como segmentos con "vida propia", autónomos, en direcciones diferentes, dejando entre ellas espacios libres, delimitando zonas, organizando todo el espacio.
La percepción tiene unas leyes propias, dentro de la Neurofisiología humana, de manera que lo que vemos no se estructura en una "hoja en blanco", sino que tenemos unos esquemas perceptivos previos en los que encajan todo lo que vemos, así pues, la percepción estaría infradeterminada por la biología, y no sólo por ella, además entrarían factores educativos ,culturales, etc...En dicho proceso, el espectador tendería a globalizar y "reconocer" lo que vé en base a lo aprendido.
Pues bien, es en esa fase, en la que pretendo dar sentido a la foto, de tal manera que lo que se puede percibir no nos resulte familiar, ni algo concreto, aunque sepamos que se trata de un objeto real que forma parte del paisaje urbano.Estas formas geométricas , muy sugerentes por otra parte, tendrian que invocar espacios de lo imaginario, ser una pequeña puerta hacia lo intemporal como decía Greenberg, y producir así una experiencia subjetiva y estética.
En realidad esto es algo que podríamos experimentar los que a diario tenemos que circular por ese lugar, y quizas por la repetición del estímulo, la respuesta perceptiva perdería interés, pero no es menos cierto que no fijamos apenas la atención en la mayor parte de las cosas que nos rodean ( aunque algunas de ellas, como este puente, están hechas para lo contrario, para ser admiradas), y puede resultar sorprendente su contemplación parcial y "manipulada" por el descubrimiento de aspectos insólitos.
En esencia, lo que estoy describiendo para este trabajo, es lo que ya apunté en la introducción al tema, de que el espacio que nos rodea puede ser origen de una cierta extrañeza, de desidentificación, puede ser un lugar menos familiar de lo que nos creemos.
Esta imagen inusual de los cables, incide en ese nuevo punto de vista, esa "nueva mirada" de la que tanto oimos hablar en las asignaturas teóricas de historia del arte.
Creo que en sentido estricto se me podría objetar que la fotografía que presento no se trata de un objeto de uso cotidiano, pero yo, como alegación, propugno ampliar el sentido de la palabra uso, no es manual, desde luego, ni manipulable hasta cierto punto, no se puede trasladar, ni colocar junto a otros objetos, pero sí hacemos un "uso" de él, y para mí es cotidiano, o casi cotidiano.Y además tengo un argumento mayor para realizar esta elección, y es que sí está relacionado con el tema que me ocupa.Al principio apunté la Arquitectura como una de las manifestaciones artísticas que más me gustaban y cómo es un medio de creación rotundo y personalísimo, para mí en concreto es en la Arquitectura donde mayor expresividad se consigue jugando con los volúmenes y los espacios, más aun que en la escultura.Los tamaños relativos entre la obra y las personas, supongo que tendrán mucho que ver en esto, es evidente que uno no puede vivenciar el mismo objeto con tamaños tan diferentes, la relación que se entabla entre el espectador y la obra varía mucho, no es lo mismo observar un objeto que podemos abarcar, tocar, voltear, manipular en definitiva, que otro que sólo podemos transitarlo, recorrerlo con la mirada, no es tan facil reconocerlo, incluso las formas parecen diferentes, entramos en la dimensión de lo monumental-ínfimo, enorme- pequeño y todo esto, como digo, forma parte del concepto y la vivencia de espacio que me gustaría abordar en mi trabajo.
Quiero destacar, además, que la foto está hecha en unas condiciones concretas en las que se acentúa más el contraste entre la materia iluminada y el fondo oscuro, persiguiendo eliminar cualquier detalle que permita reconocerlo y relacionarlo con su entorno, en la foto sería otra cosa, representaría otra realidad diferente.
La mayor parte de las líneas que aparecen por no decir que casi todas son rectilineas y existe una direccionalidad doble, por una parte los cables recorren el espacio de arriba abajo o al revés, y por otra la densidad de líneas se desplaza hacia la derecha, encontrando un límite final, sugiriendo una tensión y un tejido que surca y "crea el espacio".
Cromáticamente es lo más simple posible, se rehuye el color , nada que reste protagonismo a la idea central.
Implícitamente está tambien presente la idea de vacio con un cierto dramatismo por la desolación, es un paisaje de ausencia total.
A pesar de la aparente simplicidad de medios y logros plásticos, me atrevo a presentar esta fotografía como un elemento válido y coherente con el argumento general del trabajo.

sábado, 31 de enero de 2009

turrell-Hologram_green-3

imagen turrell

turrell

James Turrell, el misterio de la luz

Entre lo racional y lo misterioso, las obras que ahora se presentan en el IVAM subrayan su persistente indagación sobre el enigma de la visión y deparan al espectador el placer de la inmersión en un espacio sin límites.


En 1966, James Turrell alquiló un antiguo hotel en Ocean Park (California) para utilizarlo como estudio y espacio expositivo; estableció nuevos huecos en las paredes y techos, controló la luz abriendo y cerrando las persianas, hizo que los rótulos de neón de las tiendas, los semáforos y los faros de los coches fueran parte de su obra. Sin duda, la experiencia en Mendota Hotel es fundamental para comprender la forma en la que este artista extraordinario convierte la luz en una cosa, jugando con las sombras y obligando al público a llegar a otra percepción.

A finales de los sesenta, Turrell trabajó en el Art & Technology Program de la Universidad de California, en colaboración con Los Angeles County Museum, lo que le permitió conocer al psicólogo Edward Wortz, que había estudiado los cambios en la percepción experimentados por astronautas en el espacio exterior. Investigaron ciertas técnicas de privación sensorial, situando a los sujetos en un espacio insonorizado con un campo visual homogéneo, y también emplearon máquinas EEG para medir las variaciones de las ondas cerebrales; estaban interesados en los llamados “ritmos alfa”, ondas cerebrales que se liberaban básicamente cuando el individuo estaba meditando. Por otro lado, en un cuenco semiesférico producían un “velo de luz” uniformemente blanco, el llamado Ganzfeld que será utilizado por Turrell en obras en la que el campo visual es amplio y, a menudo, desorientador, destinado a estimular la conciencia perceptual del espectador.

El IVAM de Valencia inaugura este mes de diciembre una retrospectiva fascinante sobre la persistente indagación del artista en el enigma de la visión. Fernando Castro Florez analiza en este número la obra de Turrell y su capacidad para sumergir al espectador en el placer de la inmersión en un espacio sin límites.